lunes, febrero 20, 2012
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Hace muchos años, cuando era apenas un adolescente, aprendí una de las cosas que más me impactó en la vida: Los átomos de nuestro cuerpo se regeneran cada cierto tiempo.
Es decir, los átomos que componen tu cuerpo hoy, no son los mismos que componían tu cuerpo hace unos meses o años atrás. Y esto, tiene implicaciones profundas... La primera observación que podemos hacer es que esto significa que lo que definimos como "Yo" no es una constante. El "Yo" no es el conjunto de átomos que me compone, ya que los átomos que componen mi cuerpo hoy son diferentes a los que poseía hace un tiempo atrás, y todos recordamos bastante bien que hace un tiempo atrás nos sentíamos como el mismo "Yo". Sin embargo, aquí entran en juego unas cuantas cosas interesantes. Lo primero es que esto nos ilustra una forma de Evolución. Los seres humanos no solo somos seres que hemos evolucionado desde otras criaturas en el planeta, sino que incluso evolucionamos físicamente (y por ende, psicológicamente) en el corto espacio de nuestras vidas individuales. El creer que somos exactamente la misma persona hoy que hace 10 años atrás es una ilusión. Una ilusión que se siente real por la sencilla y simple razón de que el cambio es por lo general bastante paulatino. No nos despertamos un día sintiéndonos totalmente diferente al anterior, pero si nos ponemos a pensar, los valores que tenemos hoy día, las decisiones y riesgos que tomamos, cambian con el pasar de los años. Quizás no lo notemos en un espacio de días, semanas, meses, o incluso pocos años, pero ciertamente lo notamos al pasar al menos una década. Y la razón de ese cambio es el hecho de que acumulamos experiencia en nuestras vidas que nos aportan una perspectiva diferente sobre como vivirla. Sin embargo, es importante notar que incluso con estos cambios paulatinos de personalidad, existen muchos rasgos del "Yo" que parecen perdurar con el tiempo. La más obvia de estas es la memoria. Nuestros recuerdos ciertamente se ponen más opacos con el pasar del tiempo, pero son en esencia los mismos recuerdos. Lo mismo podemos decir de experiencias (como aprender a montar bicicleta, o a leer y escribir). Pero, ¿si nuestros átomos cambian cada cierta cantidad de meses, cómo es posible que exista esa constante que percibimos como "Yo"? Pues la respuesta resulta ser bastante sencilla, y es algo que en el mismo blog he comentado por años en otros artículos (como este): Lo que nos define como "Yo" no son nuestros átomos, ni ningún "espíritu" o "alma", sino que los patrones que conforman estos átomos, en particular los patrones a nivel cerebral. Les explico a lo que me refiero a continuación... Asumo que todos conocen los juguetes de bloques de construcción LEGOs (cuya imagen acompaña este artículo). Imaginen que decidimos construir una casa de juguete con esos bloques, y después de un par de horas construímos una hermosa casita. Esta tiene puertas que se abren, el color de sus paredes está compuesta de bloques amarillos, y su techo de color marrón. Pues bien, imaginemos ahora que pasan 2 años, y que cuando regresas a ver tu casita notas que esta se ve un poco vieja y sucia, por lo que decides reemplazar algunos bloques por otros, pero tomas especial precaución en reemplazar los bloques por otros idénticos (del mismo color, tamaño, textura, fortaleza, marca, flexibilidad, etc). Al final de una hora de trabajo, tienes tu casita restaurada, y aunque esta posee algunos bloques nuevos, lo cierto es que es la misma casita de antes. Las paredes miden exactamente lo mismo, las puertas se abren de la misma manera, y los colores son idénticos. En otras palabras, para el mundo externo que interactúa con la casita, la casita se ve, siente y comporta exactamente igual. Pero más sorprendente aun, es que si la casita tuviera una consciencia de sí misma, ella también opinaría lo mismo. Quizás se sienta un poco más renovada y limpia, pero diría que se siente igual de fuerte y bella que el primer día que la construyeron. Pues lo mismo ocurre con humanos. Cada cierto tiempo todos y cada uno de nuestros átomos son reemplazados, no todos simultáneamente, sino que paulatinamente, y en todo momento seguimos pensando que somos la misma persona debido al hecho de que lo que nos hace sentir nosotros mismos (es decir, lo que nos hace sentir el "Yo") no es el hecho de que tengamos unos átomos "eternos" que nunca cambian, sino el hecho de que preservamos la relación entre distintos átomos. Es decir, las interconexiones entre ellos, el lugar que cada uno ocupa en relación a otros átomos, y a mayor nivel, la relación entre moléculas, células, etc. Es decir, así como tomamos especial precaución en reemplazar los bloques de LEGO viejos por nuevos, de modo que reemplazábamos un bloque nuevo por otro exacto en su mismo lugar, así mismo debemos prestar atención en reemplazar átomos por otros nuevos en su mismo lugar, y eso es precisamente lo que hace nuestra maquinaria de ADN en nuestros cuerpos. Pero pausemos ahora un momento y ponderemos un minuto en lo que esto implica: Si tomamos una "foto atómica" de nosotros de hace apenas 1 año atrás, y tomamos otra foto hoy día, notaremos que somos dos personas totalmente diferentes a nivel atómico (en el sentido de que nuestros átomos son otros, así como pudieron haber sido los átomos de otra persona), pero que sin embargo nos seguimos sintiendo nosotros mismos. Y esa realidad (pues es una realidad comprobada, no es una teoría), nos lleva a una conclusión que por años he mencionado en el blog (e incluso describí hace más de una década en Máquinas en el Paraíso): Si hoy día, debido a este mecanismo, ya poseemos un ejemplo de una misma persona, siendo en esencia un clon de sí mismo separada años aparte, ¿qué nos impide entonces en un futuro poder clonar un humano a nivel atómico de modo que la persona resultante sea tu misma (como describí en detalle en esta Reflexión)? Y la respuesta es que nada no los impide más allá del obvio trabajo de ingeniería necesario para llevarlo a cabo. Pero esto no se queda ahí, como dicen, el agujero del conejo llega más profundo todavía... El hecho de que lo que nos define como "Yo" sea el patrón que nos conforma, significa de paso que si cambiamos los componentes que conforman ese patrón (por ejemplo, de neuronas a circuitos electrónicos) mientras conservación el patrón en sí, que entonces seguiríamos siendo nosotros mismos, solo que en un ambiente sintético. En otras palabras, y regresando al ejemplo de la casa de LEGOs, imaginen que si en vez de reemplazar algunos bloques por otros idénticos, que recurrimos a reemplazar algunos bloques por otros bloques electrónicos, pero dejándolos exactamente en el mismo lugar que los anteriores. Terminamos entonces con una casa idéntica a la anterior, pero ahora con bloques "inteligentes" que dotarán a la casa de cosas que antes no podía hacer (como quizás, regular su temperatura, cambiar de color, resistir sismos, ser impermeable al agua, etc). Pues si aplicamos todo eso a humanos, todo esto nos indica que será posible en un futuro poder traspasar nuestro "Yo" desde un ambiente biológico a uno sintético, en donde nos seguiremos sintiendo exactamente la misma persona, pero en donde posiblemente ganemos nuevas habilidades "super-humanas" (una de ellas siendo la inmortalidad por medios tecnológicos). Pero, ¿por qué detenernos ahí? Llevemos el agujero del conejo aun más profundo... Es importante ahora notar que si lo importante (es decir, lo que genera el "Yo") es la relación o patrón entre un componente y otro, que entonces en primer lugar no importa en realidad la naturaleza de esos componentes atómicos, estos pueden ser bloques de LEGO, átomos, neuronas, o circuitos eléctricos, y aun así seguiremos sintiendo el "Yo". Pero si eso es cierto, entonces incluso tampoco importa si esos componentes son físicos o virtuales. En otras palabras, todo esto significa que si podemos replicar exactamente nuestros mismos patrones neuronales biológicos en un software dentro de una computadora suficientemente potente, que entonces sería posible recrear nuestro "Yo" en mundos 100% virtuales, sin ningún componente físico (salvo el hardware de la computadora que ejecuta la simulación). Y eso nos lleva a agujeros más profundos aun, incluyendo escenarios como este, así como a hacer factible eventos como los vistos en películas como Matrix, o incluso a la posibilidad de poder hacer "respaldos" de nuestras mentes (como expresado en esta otra Reflexión). Todo esto apunta a que la ciencia superará la ciencia ficción, y con creces... autor: josé elías |
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"Estos tiempos son los mejores de la humanidad, ojalá y tengamos la oportunidad de saber sobre vida en otro planeta y aun mejor que esta sea inteligente y podamos comprender más sobre lo que realmente es la vida."
en camino a la singularidad...
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Yo había leído que cada 6 meses aproximadamente, nuestro cuerpo muda la totalidad de sus átomos, lo que me lleva a pensar que entonces cómo diablos un tatuaje o una operación de naríz perduran casi de por vida ? Cómo explicas esto ? en realidad hay otro montón de incongruencias si te pones a listarla, una más es la de las cicatrices, por qué no se van si el cuerpo siempre está mudando átomos año con año ?