lunes, julio 7, 2014
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La ciencia acaba de derrumbar otro mito más de nuestro pensamiento colectivo acumulado por milenios, y tiene que ver con el origen de nuestra conciencia...
Hasta la fecha, muchos creen ciegamente que nuestra conciencia no se encuentra en nuestro cerebro, sino que es parte de un supuesto espíritu invisible que todos poseemos dentro de nosotros. Esto es similar a lo que por milenios se creía de los sentimientos, en donde la mayor parte del mundo literalmente creía que estos eran generados por el órgano del corazón (cosa de lo cual hoy día nos reímos todos). Sin embargo, un nuevo y asombroso experimento acaba de demostrar el punto exacto (o más correctamente dicho, el área exacta) del cerebro responsable por nosotros experimentar la sensación de conciencia. Es decir, esa sensación de sentirnos que somos una persona individual que experimenta el mundo. Sucede que el área responsable de nuestra conciencia es una parte del cerebro llamada el Claustrum. El Claustrum es una delgada e irregular capa de neuronas localizadas en el centro del cerebro, justo debajo de la Neocórtex, y que de paso era hasta ahora una de las áreas menos conocidas del cerebro. Hasta hoy, se sospechaba que el Claustrum tenía algo que ver con la conciencia, y se conocía que tenía incluso un rol en coordinar la actividad de ambos hemisferios del cerebro, particularmente en labores que requieren de nuestra atención. Pero ahora se sabe que es aquí en donde habita el sentimiento de la sensación de la conciencia. Esto se comprobó en un experimento (fuente) a una mujer realizado en el Allen Institute for Brain Science en Seattle, EEUU, en donde se aisló esa sección del cerebro de la voluntaria, y se le aplicaron una serie de impulsos eléctricos de alta frecuencia. Y he aquí lo asombroso: Mientras se aplicaban esos impulsos, la mujer inmediatamente perdía la conciencia, y se quedaba "en el aire" como si viendo a la distancia, sin responder a ningún tipo de estímulo audio-visual. Y en el momento que se detenían los impulsos, esta regresaba a la normalidad inmediatamente, y sin recordar absolutamente nada de lo ocurrido. Y lo mejor de todo, es que el experimento pudo ser repetido con el mismo resultado una y otra vez durante dos días de experimentos, dejando claro que ciertamente en ese órgano es que se genera la conciencia humana. Esto sin embargo, tiene implicaciones más allá que este simple experimento, pues aparte de demostrar por fin donde surge esa sensación tan peculiar, esto también abre una Caja de Pandora con implicaciones futuras bastante preocupantes, y de las cuales ya había hablado y predicho hace varios años acá mismo en eliax. Por ejemplo, en el momento que perfeccionemos los nanobots y máquinas moleculares lo suficientemente avanzadas como para poder operar en nuestros cerebros sin ningún tipo de cirugía, ¿qué evitaría utilizar este conocimiento para desactivar millones de cerebros biológicos en masa? En mi opinión, y esto es algo que repito en varias de mis charlas, conforme avanza nuestra ciencia y tecnología, y conforme aprendemos más de nosotros mismos, nos enteramos cada vez más también de lo vulnerable que somos, ya que evolucionamos en el pasado en un ambiente totalmente diferente al que estamos entrando en estos momentos, en donde un factor de nuestra supervivencia no estaba ligado a factores tecnológicos y por tanto nuestro cerebro no tiene mecanismos innatos para defenderse de este tipo de ataques. ¿Y qué significa eso? Pues por un lado que tarde o temprano (y como expliqué en mi artículo anterior que referencié hace tres párrafos atrás) nuestros cerebros serán un blanco fácil para una nueva generación de neuro-hackers, los cuales tendrán como objetivo el control total o parcial de nuestras mentes, para fines que irían desde deshabilitarnos para que no actuemos antes ciertos escenarios, o de incluso influenciar nuestras decisiones... Pero por otro lado eso también significa que quizás ya está llegando el tiempo en donde debemos ponderar la decisión de dejar nuestros cerebros biológicos a favor de una nueva generación de cerebros sintéticos, y que puedan ser mejor protegidos por medios tecnológicos. Obviamente, para muchos eso sería una aberración (ya me imagino los fanáticos conspiracionistas que dicen que hoy día existen entidades que implantan chips en los cerebros de las personas para controlarlos), y para otros esto será sencillamente imposible (he aquí una razón por la cual es casi seguro que será posible), pero para otros tantos (y yo estoy en ese grupo), esto representará una de las más grandes oportunidades de la humanidad para mejorarnos en formas todavía inimaginables. Y si se preguntan cuándo empezaremos a ver ambos lados de este argumento florecer, en mi opinión (y dado el avance exponencial de la ciencia y la tecnología) gran parte de estos escenarios lo veremos en este mismo siglo... autor: josé elías |
106 comentarios
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"Inspirador tu artículo José, el cual me recuerda lo mucho que disfrutaba de la serie "Cosmos" de Carl Sagan. Eres un ejemplo de diamante para cualquier blogger."
en camino a la singularidad...
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Muy bien. Lo único que me preocupa es que estén equivocados. Si me caigo y me doy en la rodilla muy duro es posible que me desmaye y pierda la conciencia, tú esto lo sabes. Entonces, ¿significa esto que la rodilla es el puto principal de la conciencia? Probablemente éste nuevo hallazgo no sea más que otro punto sensible que nos haya desmayar. Así que esto me parece irrelevante, al respecto de un punto central donde se almacene la conciencia humana.