Hola amig@s lectores,

Este día pasado fue extraordinario para mi desde un punto de vista físico y emocional, pero antes de decirles por qué, les hablo primero de una gran decepción que tuvimos a inicios del día…

Nos levantamos temprano en nuestro grupo, todos emocionados porque íbamos a experimentar la gravedad cero (tal cual la experimentan los astronautas en el espacio) a bordo del avión muy aptamente llamado el "Vomit Comet" (o "el Cometa del Vómito", del cual ya les hablé hace unos años atrás acá mismo en eliax).

El avión genera gravedad cero volando haciendo parábolas (es decir, en arcos), de modo que cuando sube a alta velocidad y llega a la cima (en camino para volver a bajar y repetir la maniobra) la inercia hace que quedes literalmente sin peso, y quedes flotando.

Así que llegamos primero a un hotel en donde vimos un video que nos indicaba los procedimientos del avión, nos pusimos unos trajes especiales para abordar el avión, nos dirigimos al aeropuerto, abordamos el avión, hicimos todos los preparativos de vuelo, despegamos, y… un ruido...

Oímos un alto y extraño ruido en la parte trasera del avión, al cual yo personalmente no presté mucha atención pues asumía que era protocolo del avión modificado en el cual estábamos, pero al final no era algo normal y los ingenieros de vuelo decidieron, como precaución, regresar al aeropuerto.

Al final nos dijeron que por precaución querían revisar detenidamente los motores, y que quizás en la noche o al otro día (es decir, hoy) volveríamos a intentar el viaje. Sin embargo, esta noche nos confirmaron que definitivamente no vamos a poder subirnos al avión durante el evento, lo que fue una tremenda decepción...

Después en la tarde nos informaron que tendríamos un evento llamado el "Assault Course", que se trata de una pista de obstáculos extremos estilo militar en el cual todos teníamos que competir.

Hablo de un evento extremadamente demandante físicamente, iniciando con una escalada de una montaña artificial, corriendo después rápidamente por una pista de carrera llena de vallas, pasando después arrastrándose uno por el suelo debajo de una malla, para después hacer 50 saltos de cuerda (o "cuica"), y siguiendo con 15 "saltarines bajos" (15 lagartijas seguidas cada una por un salto hacia arriba).

Inmediatamente después de eso, llegábamos a un área de tiro al blanco en donde había que derribar tres objetivos, y seguido de eso teníamos que hace 40 lagartijas y 40 abdominales, para después pasar corriendo por un área llena de llantas, e inmediatamente salir corriendo para meternos y atravesar unos tubos llenos de lodo. Después de eso (y hablo, inmediatamente después), teníamos que llegar a un lugar a recoger unas pesadas bolsas y cargar con ellas en modo de serpentina por varios obstáculos, y repetir eso tres veces.

Después de eso, corríamos para subir a unos escalones, con un arnés, para tirarnos por una cuerda deslizándonos colgando de esta al aire libre y terminar en el mismo lugar que empezamos, donde nos medían el tiempo que nos tomó hacer todo el recorrido.

Pero he aquí lo extraordinario (en donde estoy seguro que nunca en mi vida había puesto a prueba de esta manera los límites de mi físico): Algo que no les dije ayer, para no preocuparlos, es que antesdeayer me lesioné seriamente un músculo en mi muslo derecho, y tenía todo el día de ayer un dolor extenuante en el muslo, pero no quería retirarme de la competencia, así que solo se lo mencioné a mis compañeros de equipo, a mis familiares, y decidí seguir con todo y dolor.

Así que ayer, cuando anunciaron sorpresivamente la prueba del "Curso de Asalto", ya se imaginan como me sentía al respecto…

Pero entonces ¿qué hice? Pues lo que toda persona que tiene un sueño hace: Seguir hacia adelante…

Le comenté casi casualmente a uno de los instructores físicos que yo tenía un músculo bastante mal herido, y este me mostró (literalmente 10 minutos antes de mi participación) una serie ejercicios y masajes que me podrían mejorar, y no se si fueron esos masajes, o la adrenalina corriendo por mi organismo en el momento de iniciar las pruebas, pero literalmente hice el dolor parcialmente hacia un lado, y di toda gota de sudor que pude de mi…

En algunos momentos en esa prueba, no se imaginan el dolor físico al que estuve sometido, pero lo que sí recuerdo es que mientras me arrastraba por los tubos llenos de lodo, lo único que repetía en voz alta era "voy para el espacio", "voy para el al espacio", "voy para el espacio", y ya al final cuando me tiré por la cuerda final y llegué a tierra, llegué con los ojos aguados porque honestamente me invadió una tremenda sensación de haber superado los límites de lo que creía era físicamente posible, y no solo terminé todo el curso, sino que lo terminé con un buen tiempo (en el primer grupo del 20% de los mejores tiempos).

Incluso ahora escribiendo esto se me han aguado los ojos solo pensando en ese momento. Fue indescriptible y nunca pensé que iba a experimentar de tal forma los límites del ser humano a la hora de este querer alcanzar un sueño…

Posterior a eso sin embargo, no me detuve, y me la pasé dándole ánimo a los otros chicos del evento, y por cosas de la vida el mismo instructor que me dio el truco para mejorar mi dolor se lastimó seriamente en su rodilla en una demostración del curso que nos estaba dando, y tuve el placer de pagarle el favor y lo cargué junto a otro compañero a la enfermería, acción que por más tonta que aparenta quizás hoy fuera de contexto, fue en el momento lo mejor que pude hacer por alguien que gentilmente me ofreció su ayuda.

Después de eso, llegué a la habitación, busqué mis accesorios de aseo personal, me dirigí a los baños cojeando, me tranqué en la ducha, y no recuerdo la última vez que lloré de tanto dolor físico. Cuando me limpié todo el lodo con jabón, noté bajo la piel que el esfuerzo extremo que hice hizo que literalmente explotaran algunos de los vasos capilares de los músculos alrededor de mi rodilla (y sí, tengo una foto que compartiré con mi familia y amigos cercanos).

Por suerte que después de ese episodio, nos dieron bastante tiempo para descansar, por lo que me fui a la cama (ya habían otros durmiendo en sus camas, totalmente extenuados como yo), y aunque no dormí pude descansar, y uno de mis compañeros (de Puerto Rico, Johnny Lopez Calero) gentilmente me ofreció un medicamento muscular que ayudó un poco con el dolor.

Ya entrada la noche, les aseguro que por un buen momento se me olvidó todo el dolor, ya que nos trajeron a dos astronautas a darnos una charla que resultó ser interesantísima, y me mantuvo como un niño en una tienda de golosinas, con una sonrisa de oreja a oreja (ya les compartiré las fotos con ellos desde que tenga tiempo en las redes sociales).

Así que eso fue todo por hoy, en lo que diría fue un día extraordinario para mi persona. Mañana trataré una vez más de mantenerlos al tanto de los eventos en este pequeño rincón de este pequeño planeta…

Actualización del 8 de Diciembre 2013: Comparto esta fotografía que alguien tomó, en el momento de los sucesos que narro en este artículo. Esto fue justo de yo terminar mi curso de asalto, que me dirigí a darle ánimo a los otros participantes, particularmente a quien ven en el suelo en este momento, Yonel O. Calixto Carmen de Perú, quien tuvo un momento difícil en esta parte de la prueba, pero quien tampoco se dio por vencido. Ver esta foto una vez más me aguó los ojos...

Y a propósito, quien está parado a la izquierda es Bruce (desconozco su apellido) quien fue quien mi ayudó con mi rodilla y a quien posteriormente cargué sobre mis hombros (aun con mi rodilla dañada) después de él mismo lastimarse también.



autor: josé elías