miércoles, octubre 3, 2012
|
Desde tiempos inmemorables los humanos nos hemos inspirado en los inventos de la naturaleza para crear nuestras tecnologías, pero ya estamos llegando a un punto en donde estamos empezando a utilizar nuestra tecnología para influenciar la naturaleza...
Científicos de Stanford University acaban de dar un primer pero monumental paso en adaptar el concepto de "Internet" al sistema de comunicación inter-celular dentro de nuestros cuerpos y demás organismos del planeta. Sucede que nuestras células, aun con su extremo grado de complejidad, es un sistema muy lejos de ser perfecto. Obviamente es óptimo en términos de que estamos muy bien adaptados para sobrevivir en nuestro medio ambiente, pero al analizar y entender cómo funcionan nuestras células, se hace evidente que no hubo ningún "diseño inteligente" detrás de estas, sino que más bien fue un proceso evolutivo de prueba y error con diversos cambios y experimentos aleatorios de por medio. Uno de los puntos en donde eso se hace evidente es en la primitiva forma en que se comunican nuestras células unas con otras. Estas en esencia utilizan señales químicas (es decir, una serie específica de moléculas), que se pasan entre sí para señalizar una que otra cosa. El problema es, que el mecanismo que utilizan es un proceso en donde una molécula es tanto el mensajero como el mensaje mismo. Un ejemplo análogo al mundo cotidiano sería que para nosotros enviar un mensaje que diga "camión" a alguien lejano, nosotros no enviésemos una carta o un email con la palabra "camión" adentro, sino que literalmente enviésemos un camión real. Eso, como pueden imaginar, no solo es lento, sino que consume más energía de lo necesario, y el ancho de banda (es decir, la velocidad con la cual podemos enviar mensajes) es pésimo. Pues lo que lograron por primera vez el equipo de Stanford es crear un mecanismo de mensajería inter-celular en donde ahora es posible de dividir el mensajero del mensaje. En otras palabras, ahora en vez de enviar un camión, podemos enviar un email con la palabra camión adentro. El truco para lograr esto consistió en utilizar un virus conocido e inofensivo llamado el M13, como el "sobre" dentro del cual se puede insertar un mensaje. En esencia, ahora es posible utilizar ese virus com un contenedor de mensajes no solo genéricos, sino que extremadamente largos, lo que incrementa el ancho de banda de comunicación entre células a niveles antes inimaginables. Hablamos por ejemplo de pasar de un Internet en la vida de 56Kbps (los famosos "modems" de los 1980s) a un Internet de varios Gigabits por segundo. ¿Y para qué sirve esto? Pues se cree que debido a este avance todo lo que concierne a ingeniería genética crecerá exponencialmente, pues ahora en vez de depender de relativamente lentos procesos naturales para esparcir cambios en células, ahora podremos hacer cambios a gran escala y rápidamente. En otras palabras, estudios e investigaciones que antes quizás tomaban meses, ahora podrán tomar horas, y medicinas y tratamientos que antes tomaban meses o semanas, ahora podrán asimilarse en horas o quizás días. Y como dicen sus inventores, es bueno notar que esto es apenas un primer paso, similar a como cuando se empezó a experimentar con el Internet, y apenas podemos empezar a imaginarnos los avances que esto nos traerá en el futuro... Como dato curioso final, a este proceso lo han acuñado Bi-Fi (similar a Wi-Fi o Hi-Fi, en las áreas de redes inalámbricas y sonido de alta fidelidad respectivamente, pero ahora aludiendo a Biología). documento científico oficial fuente original fuente secundaria autor: josé elías |
47 comentarios |
Ciencia , Curiosidades , Inalámbrico , Internet , Salud , Software |
Comentarios
Añadir Comentario |
"Creía que había perdido la capacidad de sorprenderme... Que suerte que estaba equivocado."
en camino a la singularidad...
©2005-2024 josé c. elías
todos los derechos reservados
como compartir los artículos de eliax
Seguir a @eliax
Me gusto la noticia, espero que cuando se use en medicina los medicamentos ahora si sean instantaneos. :D