miércoles, julio 27, 2011
|
Hoy día vivimos la era de la "Computación Digital", en donde todas nuestras computadoras, desde la que existe en un celular, hasta la que maneja el horno de microondas, o los frenos de nuestros automóviles, o sirven páginas de Internet, funcionan todas bajo el mismo concepto de computación por medio de impulsos eléctricos, o electrónicos, o como le llamamos más comúnmente, "digital".
Pero existen otras posibles formas de hacer computación, como es la computación molecular (por lo general, con moléculas de ADN) o incluso mecánica (como por ejemplo, con bloques de LEGO). Pero entre todas las formas posibles de hacer computación, una nos llama mucho la atención porque tiene la capacidad de revolucionar el concepto de computación y llevarnos a niveles prácticamente de ciencia ficción. Hablamos de Computación Cuántica, que en vez de almacenar "bits" como cargas eléctricas o campos magnéticos, utiliza las propiedades atómicas de la materia y las leyes de la Mecánica Cuántica para hacer cosas que parecerían imposibles. Por ejemplo, una computadora cuántica que tenga que buscar un nombre en una base de datos de números telefónicos, no tiene que proceder linealmente (es decir, uno a uno) buscando un nombre. Tampoco tiene que proceder logaritmicamente (es decir, saltando hasta la mitad de los registros telefónicos, para después si no encuentra el nombre saltar a la mitad de las dos mitades restantes hasta dar con el nombre), sino que hace algo que literalmente parece magia: Una Computadora Cuántica va directamente al registro que uno quiere buscar, como si la computación necesaria para buscar el registro se desprendiera en múltiples universos, en esencia devolviendo entre todos esos universos el resultado único y final que buscamos. Pero lo más asombroso es que esto no es teoría, ya existen computadoras cuánticas ultra-básicas que pueden hacer esto (incluso Google ya lo ha demostrado), pero tan asombroso como todo esto es que la computación cuántica no está limitada a simples bases de datos, sino que además a muchos otros ejemplos de computación genérica. Lo único es, que es extremadamente difícil crear computadoras cuánticas, ya que estas dependen de algo llamado Qbits (que son el equivalente cuántico a los bits del mundo digital), y estos Qbits son extraordinariamente inestables, por lo que tener incluso unos cuantos de ellos es una gran proeza de ingeniería. Y no solo se trata de mantenerlos estables, sino que mantenernos estables por suficiente tiempo como para hacer computación útil. Así que imaginen la sorpresa de los científicos al descubrir que la naturaleza posiblemente ya le haya ganada en la tarea de crear una computadora cuántica... Sucede que se ha descubierto que aves que migran a miles de kilómetros de distancia, llegando siempre al mismo punto, aparentan tener una especia de computadora cuántica en sus ojos... Inicialmente se creía que estas aves tenían un sistema de compás natural que les apuntaba al norte-sur, pero al tomar algunas aves e inducirles un campo magnético opuesto (es decir, hacerles creer a las aves que el norte es ahora el sur, y viceversa), estas aves no se confundían con este truco, y llegaban de todas formas. Así que los confundidos científicos probaron algo diferente que los dejó atónitos: Cubrieron los ojos de las aves, y esto las desorientó totalmente. Al final del día se descubrió que estas aves tienen un sentido que les permite, literalmente y en todo el sentido de la palabra, "ver" los campos magnéticos de la Tierra. Pero, ¿cómo? Pues según Wolfgang Wiltschko, un biólogo (y además, físico) de la Universidad Frankfurt, lo que sucede es que estas aves absorben fotones que llegan a una molécula que contienen en el ojo y que excitan a un electrón. Ese electrón entra en un estado cuántico de superposición con otro electrón en la molécula, y en base a como esta superposición de electrones es afectada por el campo magnético terrestre y su ángulo en relación a la Tierra, las aves pueden estimar (con cálculos cuánticos) no solo el verdadero campo magnético terrestre, sino que pueden literalmente percibirlo, lo que muy posiblemente en sus mentes se refleje como información visual donde ellas "ven" con sus ojos tales campos magnéticos. Pero lo más interesante es que un equipo de científicos decidió estudiar a más profundidad el caso, y llego a la conclusión que el tiempo necesario para hacer estas computaciones cuánticas, supera con creces en los ojos de la aves a las computadoras cuánticas más avanzadas que hemos podido crear hasta el momento. Obviamente esta computadora de las aves solo hacen una sola cosa y no son tan versátiles como las creadas por humanos, pero el hecho de que puedan lograr que la superposición dure tanto tiempo, es de gran interés científico. Con este descubrimiento (de lo cual aun hay que estudiar más), llegamos a al menos dos conclusiones... La primera es que la naturaleza no deja de sorprendernos, pues es asombroso lo complejo que puede llegar a resolver problemas de ingeniería gracias a la evolución (en este caso, genética y animal) de las criaturas. Y segundo, que esto nos confirma el hecho de que si la naturaleza puede crear computadoras de este tipo y longevidad, que también lo podemos hacer nosotros con solo replicar la estructura molecular de lo que ocurre en el ojo de estas aves (lo que me recuerda mucho a este artículo reciente en eliax sobre Inteligencia "Artificial"). ¡Gracias al lector Luis F. Carvajal por el enlace! fuente autor: josé elías |
38 comentarios |
Ciencia , Curiosidades , Software |
Comentarios
Añadir Comentario |
en camino a la singularidad...
©2005-2024 josé c. elías
todos los derechos reservados
como compartir los artículos de eliax
Seguir a @eliax
Sorprendente. Este descubrimiento será un gran avance para la computación cuántica.