jueves, agosto 23, 2012
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Alan Turing, uno de los más grandes genios de todos los tiempos, pionero en computación (hoy todas las computadoras utilizan esencialmente el mecanismo descrito por él), héroe de la Segunda Guerra mundial (fue gracias particularmente a él que los Aliados pudieron detener como lo hicieron a Hitler, al su intelecto descodificar la máquina de cifrado de datos Enigma de los Nazis y de esa manera poseer inteligencia crucial para derrotarlos), y una de las personas que más admiro en mi vida, más allá de sus grandes contribuciones a la ciencia (y lamentablemente no ser correspondido por la sociedad, pues era gay y se suicidó debido al mal trato que tuvo en Inglaterra en donde ser gay era un delito en esos días), dejó otro regalo más para la cultura popular y futuras generaciones: El famoso Turing Test.
El Turing Test (o "Prueba de Turing" o "Exámen Turing"), es una prueba diseñada para determinar si algo (sea un software de Inteligencia Artificial, o un Ser Sintético, etc) es "inteligente" con un ser humano. En esencia, la prueba es extremadamente simple: Pones detrás de una pared tanto al software de Inteligencia Artificial (IA) como a un humano, y de este lado de la pared ponemos a una persona que los debe cuestionar a ambos. El truco está, en que la persona que hace las preguntas no pueda ver quién le está respondiendo, si la IA o el humano, y por tanto deba deducir cuál es humano y cuál es sintético. La idea entonces es, que si uno no puede distinguir cuál de los dos es el humano biológico, después de innumerables preguntas, que debemos concluir que la IA es también inteligente como una persona. Pues bien, según un artículo reciente, el investigador Robert French del French National Center for Scientific Research afirma que estamos muy cerca de pasar esa prueba. En el artículo explica como en tiempos pasados las máquinas utilizaban algoritmos rígidos, estáticos y pre-programados para resolver problemas a "fuerza bruta" por pura lógica, pero que se hizo obvio que se necesitaba más que fuerza bruta para que una máquina fuera "inteligente". Así que este investigador afirma (en un artículo publicado en la prestigiosa publicación científica Science (en el ejemplar del 12 de Abril 2012) que hoy día dos avances revolucionarios están permitiendo que pronto se pase el Turing Test. El primero de estos es la gran cantidad de información que en años recientes se ha hecho disponible en internet, desde millones de videos en YouTube, hasta cientos de millones de fotos en Flickr, y desde incontables páginas web y blogs, hasta miles de millones de hechos descritos textualmente, lo que en esencia proveen de un ambiente de aprendizaje virtual para las Inteligencias Artificiales, similar al ambiente físico en que un bebé crece mientras aprende del mundo. El segundo de estos avances en una nueva generación de técnicas para recolectar, organizar y procesar toda esa información, en esencia de una forma no lineal y caótica, permitiendo que IAs aprendan y reacciones incluso a imprevistos en su programación. Un buen ejemplo de esto fue Watson, la super-computadora de Inteligencia Artificial de IBM, que el año pasado le ganó a los dos más grandes campeones del mundo en el juego intelectual Jeopardy!. Watson en esencia fue diseñado para "soltarse" y dejar que aprenda solo todo tipo de hechos, y haga sus propias correlaciones sobre cuáles cosas son relevantes y cuáles no. Watson ha aprendido tanto, que hoy día IBM ya lo renta por hora a los más avanzados hospitales del mundo, para ayudarlos a diagnosticar enfermedades y condiciones a un nivel superior que la mayoría de los más reconocidos doctores del mundo. Mi opinión personal de todo esto, como ya los lectores veteranos del blog conocen (y los que leyeron mi libro del 2001, Máquinas en el Paraíso), es que es solo cuestión de tiempo para que no solo una IA pase la prueba de Turing, sino para que eventualmente no supere no solo en intelecto, sino que en creatividad, imaginación, sentimientos, y toda la gama de atributos que asociamos a ser "humano"... autor: josé elías |
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Ciencia , Educación , Futuro Digital , Opinión / Análisis , Predicciones , Psicología , Robots & I.A. , Software |
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"De una manera inesperada, y creo que sin darte cuenta, tienes mas hijos de los que crees.
Gracias hermano!"
Gracias hermano!"
en camino a la singularidad...
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Aunque ello es posible, no creo que sea inteligencia en sí; sino un sistema matemático con flexibilidad de parámetros, una especie de ecuación mutable la cuál puede adaptarse al nivel de comprensión del individuo.
Hasta ahora los intentos han sido infructuosos, e incluso algunos técnicamente ridículos. El test de Turing en sí es una especie de paradoja dónde la IA debe comportarse con un nivel de entendimiento tan o más alto que el mismo ser humano, y para poder lograr ello debería ser inteligente en el sentido general y poder sintetizar señales inexistentes en ella, como los sentido humanos y otros diversos parámetros que modifican la razón humana a la hora de hablar. De lo contrario podrá hablar de forma coherente, pero será como si hablásemos con un ser sin sentimiento alguno por lo cuál habría fallado el test.
Sólo es opinión personal.