lunes, julio 9, 2012
|
Desde que tenemos uso de consciencia y entendimos que otras criaturas podían volar, hemos soñado con desprendernos de la bidimensionalidad de la superficie de nuestro planeta, y salir volando por los aires. Y desde que descubrimos que esos pequeños puntos en la cúpula nocturna eran estrellas, hemos sentido un deseo similar en explorar otros mundos...
Pero a diferencia de nuestros primeros intentos imaginarios (como Ícaro en la mitología griega, que se pegó unas alas con cera en la espalda, pero voló tan cerca del Sol que se derritió la cera y este cayó al suelo, o el cañón gigante de Julio Verne que podría disparar personas en una cápsula hasta la Luna) en donde podíamos visualizar posibles maneras de conquistar los cielos, el conquistar las estrellas conlleva un paso científico, tecnológico, intelectual, conceptual, y diría yo hasta psicológico, que pocos se pueden imaginar posibles de una forma práctica. Claro, podemos decir cosas como "no nos preocupemos que algún día inventaremos agujeros de gusano cósmicos y en un dos por tres estaremos al otro lado del universo", o "nada de que preocuparnos, algún día inventaremos una forma de viajar más rápido que la luz", pero lamentablemente el primer escenario es pura especulación teórica, y el segundo aparenta ser matemáticamente imposible. No digo que no surgirá algún adelanto que nos permitirá viajar a grandes velocidades (aunque todo indica que no más rápido que la luz), y al contrario, estoy seguro que nos ingeniaremos maravillosas tecnologías en las próximas décadas, pero creo que cuando menos por el momento debemos pensar en formas prácticas de explorar el cosmos, tomando como la realidad de que sencillamente no podemos viajar más rápido que la luz. Y cuando aceptamos la realidad de que tenemos un límite impuesto por la naturaleza que nos dice que no podemos viajar más allá de 300 mil kilómetros por segundo, muchas cosas se aclaran, y otras nos dicen cosas en la cara (como las que hablaré hoy) que serán rechazadas por algunos bajo preconceptos éticos y tecnológicos, pero como ya he mencionado varias veces en eliax, la realidad no tiene que gustarnos... Lo primero a entender, antes de hablar de cualquier viaje en el universo, es un tema de escala, tanto en espacio como en tiempo. Los humanos modernos tenemos apenas 90,000 años sobre la faz de la Tierra, de los cuales apenas los últimos 6,000 los hemos vivido "civilizados", y de los cuáles podríamos decir que apenas los últimos 100 hemos vivido en la "Era Digital", y de los cuáles apenas las últimas 4 décadas hemos realizado intentos serios de explorar al menos nuestro vecindario planetario. Comparen eso con la edad de nuestro universo, unos 13,700,000,000 años, y realmente somos apenas un breve destello en tiempos inmensurables. Similarmente, debemos entender que en comparación a las grandes distancias que nos separan incluso de la estrella más cercana (Proxima Centauri, a 4.2 años luz de distancia, o unos 40,000,000,000,000km, y noten que las más distantes que podemos observar están mucho más allá de 10,000,000,000 de años luz, o unos 100,000,000,000,000,000,000,000km), que las distancias que hemos explorado en el Sistema Solar son igualmente insignificantes. Es como que una hormiga tratase de caminar no solo la distancia de Estados Unidos a China, sino que de la Tierra al Sol (cerca de 150 millones de Kilómetros). ¿Por qué hago esas observaciones sobre esos grandes lapsos de tiempo y de distancia? Pues porque eso nos lleva a nuestro primer gran punto de hoy: Al explorar el Universo, o incluso tan solo nuestra Galaxia (con entre 200 a 400 mil millones de estrellas), debemos contemplar que estos serán viajes de ida, no necesariamente de ida y vuelta, y de contemplar regresar debemos estar preparados para encontrar un mundo totalmente diferente al que dejamos atrás cuando partimos. Esa es una de esas grandes "realidades" de las cuales les hablé al inicio. Al tener la restricción de la velocidad de la luz, el explorar tan solo nuestra galaxia tomaría cientos de miles a millones de años (noten que nuestra Vía Láctea mide unos 100,000 años luz de lado a lado, es decir, incluso si pudiésemos viajar a la velocidad de la luz, nos tomaría 100,000 años en tan solo cruzarla). Y eso nos lleva a otra conclusión: Debido al gran tiempo que nos llevará llegar a nuestros destinos, es posible que para cuando lleguemos ya las cosas hayan cambiado tanto que posiblemente nos encontremos con cosas totalmente inesperadas y diferentes a las razones por las cuales fuimos a explorar en primer lugar. Obviamente con estrellas y planetas cercanos ese no sería un grave problema, pero para explorar a gran escala lo que eso nos dice en la cara es que sencillamente "salgan a explorar" sin importar demasiado el por qué. En otras palabras, explorar el universo será una labor literalmente para verdaderas mentes curiosas... La otra gran limitante para viajes interestelares es la comunicación. Lamentablemente, tampoco podemos comunicarnos más rápido que la velocidad de la luz, por lo que si estamos en camino a una estrella que esté incluso a apenas 100 años luz, eso significa que tardará cuando menos 100 años para que llegue un mensaje que nos envíen desde la Tierra, y los que estén en la Tierra tendrían que esperar al menos otros 100 años más para que les respondamos. O en otras palabras, salvo el reportar constantemente el estado de nuestros descubrimientos de forma unidireccional, o el de recibir noticias del estado de nuestro planeta madre de forma también unidireccional, no tiene mucho sentido la comunicación bi-direccional a gran escala, por lo que esto también nos dice en la cara que quienes salgan a explorar el espacio sideral, lo harán con un boleto solo de ida. Sin embargo, esos son apenas los primeros retos... Uno del cual hay que hablar tarde o temprano es sobre la dura realidad de que nuestros cuerpos están perfectamente adaptados a este planeta, pues obviamente fue el planeta en el cual evolucionamos. El tener que mantener con vida un ser humano en el espacio exterior es todo un reto (pregúntenle a la NASA por ejemplo), y aunque podemos idearnos todo tipo de tecnologías para mantener nuestro metabolismo funcionando, lo cierto es que todo indica que vivir en un ambiente espacial es perjudicial para nuestros cuerpos. Ciertamente, podríamos construir inmensas ciudades flotantes, con diversos mecanismos giratorios para simular la gravedad terrestre, e incluso podríamos llevar en esas inmensas nave-ciudades todo tipo de flora y fauna para en esencia llevar un pedazo de la Tierra con nosotros, pero eso tiene un tremendamente grave problema a la hora de explorar el espacio: Requiere demasiada energía innecesaria. Hablamos de quizás tener que utilizar el 99.99% de toda la energía disponible simplemente para mantenernos vivos, y recordemos que aunque quizás encontraremos formas de minar energía del vacío gracias a la Mecánica Cuántica y a adelantos relacionados con incluso el Bosón de Higgs, lo cierto es que independientemente de dónde y cómo obtengamos energía, los cuerpos de los seres humanos son sencillamente un malgasto de energía en la exploración espacial. Y eso nos lleva al próximo punto: Tenemos 4 opciones entonces para explorar el cosmos, dos de las cuales sin imprácticas, y dos que son prácticas. 1. Utilizar humanos. Sin embargo, como ya expliqué, esto no es factible dado a que no hemos evolucionado para un ambiente espacial con nuestros cuerpos biológicos, lo que hace esto impráctico al largo plazo. 2. Utilizar robots pre-programados, similares a los que hemos enviado al planeta Marte, y otros destinos del Sistema Solar. Sin embargo, conforme expandamos la distancia de exploración, se hace virtualmente imposible controlar estas máquinas debido a las restricciones de espacio-tiempo que ya mencioné anteriormente. 3. Enviar a explorar a sondas espaciales con Inteligencia Artificial. En esencia, en un viaje solo de ida, y dependiendo de la distancia, de ida y vuelta pero esperando ver resultados en cientos, miles, o decenas de miles de años. Sin embargo, ¿por qué dejar que solo estas sondas tengan la diversión de explorar el cosmos? esto nos lleva al punto final... 4. La única opción factible que nos queda es sencillamente dejar atrás nuestros cuerpos biológicos, evolucionar nuestros cuerpos y mentes hasta convertirnos en seres sintéticos, y entonces ya de esa manera explorar todo el Universo. Ese último punto vale la pena expandirlo... ¿Recuerdan cuándo les dije hace unos párrafos atrás que algunas de las cosas que la realidad nos tira en la cara serían rechazadas por algunos bajo preconceptos éticos y tecnológicos? Pues de esto hablaba. Para muchos, esto es primeramente "imposible", ya que según ellos lo que nos define como "humanos" es un "alma" que supuestamente todo poseemos (y eso sin mencionar los retos técnicos del traspaso). Si son de la vertiente que creen que lo que nos define no es el cuerpo sino que "el alma", dudo que les pueda cambiar de parecer, por lo que no voy a dedicar muchas palabras para convencerlos, salvo decirles que desde hace décadas se ha hecho totalmente obvio, sin ningún margen de duda para la ciencia, que todo lo que somos (sentimientos, memorias, personalidad, temores, deseos, etc) está codificado al 100% en las neuronas de nuestro cerebro, y dado que nuestro cerebro no es más que un conjunto de células, compuestas por moléculas, las cuáles están compuestas por átomos, y cuyo ensamblaje no es más que una especificación en una molécula de ADN, que podemos entonces deducir que esos patrones son replicables en otros ambientes, sean circuitos electrónicos, cuánticos, ópticos o lo que sea, pero ciertamente replicables. Tanto así que ya entidades como la NASA, y empresas como Google e IBM están bastante avanzados en ese campo de reconstruir la inteligencia humana por medio de patrones sintéticos. Sin embargo, no importa si están a favor o en contra de que algún día nos convirtamos en seres sintéticos totalmente adaptados física e intelectualmente para los retos de explorar el universo, o incluso si creen que será posible o no técnicamente hablando, lo que sí les puedo decir es que aparenta que esa es la forma más factible y práctica de explorar el cosmos en un futuro... Habiendo dicho eso, respondamos ahora brevemente a la pregunta que adorna el título de este artículo de hoy en eliax, ¿Cómo viajaremos a otras estrellas y galaxias? (y recuerden antes de reírse de la respuesta, que muchos sin duda se hubiesen reído hace 100 años si les hubiésemos dicho que llegaríamos a pisar la Luna). Pues la respuesta que les tengo es que pienso lo haremos en una etapa de nuestra existencia en donde la humanidad seguirá llamándose "Humanos", pero ya no tendríamos un metabolismo biológico tradicional, sino que uno basado en nanotecnología, con cuerpos totalmente metamorfósicos, capaces de convertirse en cualquier cosa, con solo nosotros imaginárnoslo, y eso incluye ciertamente el obtener materia y energía del medio ambiente para en esencia nuestros cuerpos ser la misma nave que viajaría a explorar el cosmos. En esos viajes es casi seguro que no viajaremos solos, sino que en comunidades, en donde nos reuniremos en mundos virtuales tan realistas como el nuestro (similar a lo mostrado en The Matrix), en donde viviremos una vida como la queramos mientras viajamos a nuestros destinos. Incluso, debido a que tendremos control total de nuestro intelecto sintético, podremos incluso poner nuestra existencia "en pausa" de modo que en un segundo cerramos los ojos, y en otro los abrimos ya en nuestro destino, en esencia eliminando de forma creativa las restricciones de la velocidad de la luz. Incluso también me puedo imaginar que nos dispersaremos con copias de nuestras consciencias por todo el cosmos según vamos avanzando, similar a una telaraña que viajará en todas direcciones, y en la vasta mayoría de los casos con un "adios y buena suerte" pues serían viajes de ida en todos los sentidos. Y si me permiten especular (y esto sí que es pura especulación sin riendas a la imaginación), podría suceder el escenario que aludí en Máquinas en el Paraíso, y del cual casi siempre menciono en mis charlas sobre La Singularidad Tecnológica: Quizás en un futuro llenaremos todo el universo con inteligencias, encontraremos otras, y formaremos una comunidad estelar, y quien sabe, incluso podríamos hacer "despertar" el Universo, de forma similar a como todas las neuronas de nuestros cerebros hoy día forman una inteligencia colectiva que llamamos "Yo"... Nota adicional: Si les gustó el artículo les tengo una buena noticia: Hoy día nos encontramos literalmente en el umbral de hacer todo eso posible. Gracias al sector privado involucrado en la exploración espacial, y la Singularidad, veremos en las próximas décadas una Era Dorada en donde centenares de empresas y miles de personas impulsarán toda una industria competitiva con ciencias y tecnologías que apenas hoy podemos imaginar. Como dirían en Star Trek, "Larga vida y prosperen..." Actualización: He mejorado este artículo con otro que creo ofrece una solución incluso más viable al tema del viaje espacial en el futuro. Pueden leer ese artículo en este enlace. autor: josé elías |
148 comentarios |
Ciencia , Educación , Futuro Digital , Opinión / Análisis , Predicciones , Pregunta a eliax , Robots & I.A. , Tecnología Espacial |
Comentarios
Añadir Comentario |
"[...] el método científico deja bien claro que las negaciones no pueden demostrarse.
Es una necedad decir que seguiré creyendo que existe Bob Esponja hasta que alguien revise milímetro a milímetro todos los mares del mundo y me demuestre que no sólo no lo encontró, sino que a demás se aseguró de que Bob no se haya movido de lugar justo cuando estaba mirando y por eso no lo vió.
El problema no es que no haya evidencia de la inexistencia de algo, sino que no deberías haber creído en la existencia de algo hasta no tener suficiente evidencia. Puedes decirme que tienes una "corazonada", o una sospecha, o hasta una ilusión, pero una creencia firme jamás debe existir si no hay suficiente evidencia a favor."
Es una necedad decir que seguiré creyendo que existe Bob Esponja hasta que alguien revise milímetro a milímetro todos los mares del mundo y me demuestre que no sólo no lo encontró, sino que a demás se aseguró de que Bob no se haya movido de lugar justo cuando estaba mirando y por eso no lo vió.
El problema no es que no haya evidencia de la inexistencia de algo, sino que no deberías haber creído en la existencia de algo hasta no tener suficiente evidencia. Puedes decirme que tienes una "corazonada", o una sospecha, o hasta una ilusión, pero una creencia firme jamás debe existir si no hay suficiente evidencia a favor."
en camino a la singularidad...
©2005-2024 josé c. elías
todos los derechos reservados
como compartir los artículos de eliax
Seguir a @eliax
Sinceramente esto me suena demasiado a Sci-fi. No me rio, pero se me hace tan hollywodense que a veces cuesta creer que cosas como esas pasen. Yo no veré el momento en que estas cosas sucedan, pero si pasan espero que quienes vivan el momento sepan explotarla, aunque ciertamente es algo polémico de pensar y divulgar, hay que admirar tu valentia al hablar tan abiertamente de lo que piensas.
Nada, algún dia será en que veremos otros lugares :) Duda... Los cuerpos sintéticos ¿Cómo se reproducirán o alimentaran?¿O eso no esta contemplado en el paquete?¿Moriremos, ya que tenemos el control? Esperando respuesta...