sábado, abril 20, 2013
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NOTA: Este es un artículo invitado en eliax.com
Investigadores de la Universidad de Illinois han desarrollado una microbatería a la que han llamado la más poderosa del planeta.
Estas baterías, además de ser recargables, se recargan mil veces más rápidamente que las baterías actuales. Un ejemplo del alcance de estas baterías, según sus fabricantes, es que podrán permitir la construcción de sensores de radios que emitan sus señales a una distancia 30 veces mayor o con dispositivos 30 veces más pequeños. En cuanto a cómo logran esta hazaña, funcionan así debido a que contienen una microestructura tridimensional interna con dos componentes principales: un ánodo (electrodo positivo), que va en el lado negativo y un cátodo (electrodo negativo), que van en el lado positivo. Los científicos desarrollaron un ánodo que sea compatible con el cátodo a una microescala y que a la vez integren los dos componentes para hacer una batería completa con un rendimiento superior. Otro gran avance de la nanotecnología. ¿Qué haríamos con una batería rápida, potente y diminuta? La tendencia en dispositivos es que estos sean cada vez más ligeros y pequeños, además de potentes, pero la duración de la batería siempre ha sido la manzana de la discordia al momento de comparar tamaño+rendimiento con batería. Una microbatería capaz de extender el tiempo de uso de cualquier aparato y además que se cargue en cuestión de segundos, es la puerta abierta a la innovación en dispositivos ligeros y delgados, diseños distintos que no estará limitados por las grandes baterías. Yo personalmente me conformaría con una de dos: que los teléfonos, tablets, laptops y otros dispositivos se carguen en segundos, o que que la carga dure bastante, aunque no sean aparatos pequeños o ligeros (como los celulares simples de Nokia de hace una década, que se cargaban cada 5 días). En fin, todo sea por la ciencia, esperemos que realmente se perfeccionen estas baterías y lleguen a los fabricantes de dispositivos lo más rápido posible, pues más que un capricho, es una necesidad. fuente autor: idrialis castillo |
13 comentarios |
Ciencia |
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"Ese diálogo entre el racionalismo y el budismo en lo personal me suena a un cuento que leí cuando niño acerca de unos monjes ciegos que se acercaron a un elefante para saber cómo era.
Uno agarró las orejas y dijo que el elefante era como un abanico, otro agarró la cola y dijo que era una cuerda, otro agarró la trompa y dijo que era como una gran serpiente, otro agarró el lomo y dijo que era una pared.
Nunca terminaron de determinar como era el elefante porque cada uno se aferraba a su pedacito de verdad. Todos tenían razón y estaban equivocados a la vez.
Si es cierto que somos científicos, se supone que debemos aceptar el principio de que cualquier tesis es válida hasta que surja una nueva antítesis que la eche por tierra. Esto es verdad hasta con las filosofías, ¿o no?"
Uno agarró las orejas y dijo que el elefante era como un abanico, otro agarró la cola y dijo que era una cuerda, otro agarró la trompa y dijo que era como una gran serpiente, otro agarró el lomo y dijo que era una pared.
Nunca terminaron de determinar como era el elefante porque cada uno se aferraba a su pedacito de verdad. Todos tenían razón y estaban equivocados a la vez.
Si es cierto que somos científicos, se supone que debemos aceptar el principio de que cualquier tesis es válida hasta que surja una nueva antítesis que la eche por tierra. Esto es verdad hasta con las filosofías, ¿o no?"
en camino a la singularidad...
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Y seria de mucha utilidad para los carros electricos.