lunes, febrero 25, 2013
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La semana pasada Google lanzó semi-sorpresivamente (pues ya habían rumores) una nueva Chromebook, la Pixel, y el día que salió no escribí nada al respecto por la misma razón que las conclusiones a la que llego a este artículo. Pero antes de adelantarnos, veamos que es esto de una Chromebook, y que es la Pixel...
Una Chromebook, como ya les había comentado en artículos anteriores, es en esencia una laptop con el sistema operativo Chrome OS. Y Chrome OS no es más que un sistema operativo en donde toda la experiencia del usuario esencialmente ocurre dentro de una versión modificada del navegador web Chrome. O en otras palabras, es una laptop en donde tu único interfaz es un navegador web, y todas las aplicaciones son aplicaciones web. En el pasado ya habíamos visto Chromebooks de parte de Samsung, HP y Acer, todas con especificaciones más o menos similares, pero ahora sale Google con su propio modelo, y con unos cuantos factores diferenciadores. El primero de esos factores es que esta Chromebook viene con un potente procesador (CPU) Intel Core i5 (lo que hace la experiencia más placentera en aplicaciones web), y el segundo es su pantalla táctil, la cual con un tamaño de 12.9" y una resolución de 2,560 x 1,700 pixeles es la pantalla de más alta densidad de pixeles en el mercado en la actualidad. Aparte de eso, esta es sin duda la Chromebook más sexy del mercado, creada con un excelente diseño industrial que sin duda invitaría a muchos a probarla. De paso la Pixel soporta no solo WiFi, sino además conectividad celular LTE de alta velocidad. Pero entonces, llegamos al tema del precio, y es ahí en donde presionamos el freno del vehículo de forma repentina y nos preguntamos ¿que diablos trama Google con esos precios? La Pixel se venderá en US$1,299 dólares para la versión con WiFI, o US$1,499 dólares para la versión con LTE. Noten que todas las otras Chromebooks se venden en precios que van desde los US$199 dólares a los US$330 dólares. O en otras palabras, te puedes comprar 6 Chromebooks de Acer por el costo de una Pixel, y aun te sobrarían unos US$100 dólares para que lo inviertas en accesorios. De paso, notemos que hablamos de una máquina que contiene apenas 32GB de almacenamiento SSD por ese precio. Y como si fuera poco, aunque Google te regala 100MB de datos mensuales si compras el modelo con LTE, esos 100MB se te irán volando en lo menos que canta un gallo, y después de 2 años tienes que empezar a pagar por un plan de datos ya que expira el período gratuito. De forma similar, Google te ofrece 1TB de espacio "gratis" en su nube con la Pixel, pero si lees bien el contrato notarás que después de 2 años estás obligado a pagar US$600 dólares al año (US$50 dólares por mes) para que Google mantenga tus datos, al menos que prefieras que borre todo lo almacenado hasta esa fecha en tu cuenta. Y la pantalla... Es cierto que tiene una asombrosa resolución, ¿pero por qué regresar al formato casi cuadrado de proporción 3:2, en vez de ofrecer una pantalla panorámica? Eso escapa al sentido común... Así que al final del día terminamos con una laptop que solo puede ejecutar aplicaciones web (aunque notemos, que las aplicaciones web de Google son quizás las mejores del mercado), que tiene muy poco almacenamiento, que al largo plazo representa una muy fuerte inversión, que viene con una pantalla que no es ideal para las tareas comunes de hoy día, que tiene un alto costo de entrada, ¿y mencioné que la batería solo dura 5 horas (la mitad que las otras Chromebooks que cuestan 6 veces menos)? En mi opinión, esta es una fórmula destinada al fracaso... Pero ojo, me encanta el concepto de las Chromebooks, e incluso no me cabe duda que el modelo de un sistema operativo que dependa de la Nube será parte íntegra de nuestro futuro (aunque quizás con un fuerte componente de procesamiento local, como hoy día), pero ese es un futuro que no está aquí ahora, por lo que no es sabio cobrar por algo que los usuarios realmente no necesitan ni les ofrece ventajas claras, a ese precio. Por ese precio recomiendo mejor comprar una MacBook Air, la cual aparte de permitirte utilizar todo tipo de aplicaciones locales también te permite ejecutar Google Chrome y disfrutar de esencialmente las mismas ventajas que la Pixel. Y si no te apetece una Mac, existen decenas de opciones muchísimo más baratas con Windows 8 que serán también de similar utilidad. Entonces, ¿qué busca Google con la Pixel? Pues en mi opinión, asumiendo que Google no se haya equivocado pensando que esto sería un éxito, lo único que se me puede ocurrir es (1) llamar la atención en los medios, como este, para dar más a conocer el concepto de las Chromebooks, (2) el probar y demostrar su capacidad de producir equipos con calidad similar a los de Apple, y/o (3) el de ver la reacción del mercado ante semejante propuesta. Yo sin embargo, me inclino más a pensar que este fue un error de Google, del cual esperemos aprenda... página oficial de la Google Pixel Chromebook autor: josé elías |
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Google , Opinión / Análisis |
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