lunes, enero 28, 2008
|
![]() Como muchos saben, casi todos los pacientes que reciben órganos trasplantados deben vivir el resto de sus vidas ingiriendo todo tipo de medicinas para evitar el rechazo del órgano por el sistema inmunológico natural del cuerpo, aparte de tener que llevar un dieta bastante estricta. Esto no solo es costoso, sino que tedioso, pues hablamos por lo general de un puñado completo de píldoras todos los días. Según los pioneros de este gran avance, realizado en el Massachusetts General Hospital en Boston, EEUU, la técnica consiste en debilitar el sistema inmunológico del paciente, y después inyectándole médula ósea del donante. En un grupo de experimentos, 4 de 5 pacientes que recibieron trasplantes de riñón ya llevan 5 años sin tomar medicinas anti-rechazo, lo que es un verdadero milagro para estas personas. Fuente de la noticia autor: josé elías |
![]() |
![]() |
Comentarios
Añadir Comentario |
"Brillante artículo. Simple, profundo y conciso. Lo puede entender hasta un chico de 6 años y no deja de ser uno de los mejores escritos sobre Ciencia vs Religión que he leído en años. Realmente tenés el don de simplificar lo complejo. Por artículos como este, es que tu blog se transformó en mi página de inicio. Es muy interesante destacar que este Nuevo Renacentismo seguramente va a coincidir cronológicamente (y quizás sea fundamental para su asentamiento) con la Singularidad. Saludos desde Bs. As."
en camino a la singularidad...
©2005-2025 josé c. elías
todos los derechos reservados
como compartir los artículos de eliax
Seguir a @eliax
Leí por algún lugar:
Este método también se utilizo, y creo que fue llevado a cabo en la Universidad de Stanford (Tolerance and Chimerism after Renal and Hematopoietic-Cell Transplantation), cuenta el caso de un hombre que recibió un riñón de su hermano y que lleva más de dos años sin tomar inmunosupresores y sin rechazar el órgano después de que los médicos que lo trataron hicieran unos ajustes en su sistema inmune, básicamente debilitándolo con radiación y tratamientos con anticuerpos, y luego inyectándole células sanguíneas de su hermano, lo que hizo que su sistema inmune desarrollara un nuevo tipo de células capaces de no atacar el órgano ajeno.
Es importante tener en cuenta que igual que en el caso de Stanford, en el que donante y receptor son hermanos, los cinco casos del caso de Massachusetts implican a donantes y receptores que son parientes, con lo que la compatibilidad entre sus tejidos es mayor de lo que cabría esperar en el caso de que no fueran parientes.
En cualquier caso, el mayor problema de los trasplantes hoy en día sigue siendo el de la escasez de donantes, mucho más allá de los efectos secundarios de los tratamientos inmunosupresores, con los que seguro que la inmensa mayoría de los trasplantados están más que contentos de vivir.
*C/P MS*