sábado, octubre 25, 2008
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![]() Sin embargo, un nuevo estudio realizado por MediaCT ha traído a la luz muchos datos que derrumban por completo esos y otros mitos. Algunos de los datos encontrados: - El 55 de los jugadores son casados, y el 48% tiene hijos. - Mas del 75% de los jugadores lo hacen con amigos o por Internet con otras personas. - Los hogares que tienen consolas de video-juegos por lo general generan (en los EEUU) US$79,000 dólares anuales en ingresos, versus US$54,000 en las familias que no. - Personas que juegan video-juegos son un 13% mas propensos a ir al cine que el resto de la población. Así mismo son un 11% mas propenso a jugar deportes, y un 9% mas propensos a salir con sus amigos y ser sociables. - Jugadores son mas del doble de propenso a consumir artículos electrónicos. - Los jugadores también duran 5 horas mas en promedio semanal en Internet que los no-jugadores. Así mismo ven 2 horas de TV y escuchan 2 horas de música mas que el resto de la población. - En cualquier mes determinado, jugadores de video-juegos son mas propensos a salir en citas amorosas que personas que no juegan. Fuente de la noticia autor: josé elías |
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"Ese diálogo entre el racionalismo y el budismo en lo personal me suena a un cuento que leí cuando niño acerca de unos monjes ciegos que se acercaron a un elefante para saber cómo era.
Uno agarró las orejas y dijo que el elefante era como un abanico, otro agarró la cola y dijo que era una cuerda, otro agarró la trompa y dijo que era como una gran serpiente, otro agarró el lomo y dijo que era una pared.
Nunca terminaron de determinar como era el elefante porque cada uno se aferraba a su pedacito de verdad. Todos tenían razón y estaban equivocados a la vez.
Si es cierto que somos científicos, se supone que debemos aceptar el principio de que cualquier tesis es válida hasta que surja una nueva antítesis que la eche por tierra. Esto es verdad hasta con las filosofías, ¿o no?"
Uno agarró las orejas y dijo que el elefante era como un abanico, otro agarró la cola y dijo que era una cuerda, otro agarró la trompa y dijo que era como una gran serpiente, otro agarró el lomo y dijo que era una pared.
Nunca terminaron de determinar como era el elefante porque cada uno se aferraba a su pedacito de verdad. Todos tenían razón y estaban equivocados a la vez.
Si es cierto que somos científicos, se supone que debemos aceptar el principio de que cualquier tesis es válida hasta que surja una nueva antítesis que la eche por tierra. Esto es verdad hasta con las filosofías, ¿o no?"
en camino a la singularidad...
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Vaya, entonces el mito del "friki" que juega todo el día encerrado en su habitación era falso. ¡Vivir para ver!