lunes, junio 28, 2010
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Las dos razones principales del éxito de la Web fueron en mi opinión (1) facilidad de uso gracias al concepto de un navegador, y (2) el hecho de que toda información es referenciada con vínculos entre sí (los llamados "hiper-enlaces"). Es decir, no solo es relativamente fácil acceder a la Web, sino que además toda la información en esta puede referenciar cualquier otra.
Una tienda como Amazon.com por ejemplo puede tener un enlace en un producto que conduce a la página web del fabricante, y el fabricante a su vez puede tener un enlace que enlaza a las críticas favorables del producto en Amazon, y mejor aun, cualquier persona en el mundo que haga su página web puede referenciar tanto a Amazon como al fabricante sin pedir permiso o poseer conocimientos técnicos de lo que ocurre tras bastidores para lograr esa magia de interconexión. Sin embargo, ese modelo de hiper-conectividad está siendo paulatinamente amenazado por el surgimiento de las Tiendas de Aplicaciones, en particular en el espacio móvil (como el App Store de Apple o el Android Market de Google), y esto tendrá grandes repercusiones tanto para los usuarios finales, como para desarrolladores de aplicaciones, los cuales tendrán que tomar con miras al futuro cercano duras decisiones sobre cual (o ambos) entornos adoptar en sus soluciones. Para ilustrar lo que sucede, continuemos con el ejemplo de Amazon. Hoy día con cualquier navegador web uno puede entrar a la página de Amazon, y hacer lo que describí hace un par de párrafos atrás. Sin embargo, existe otra manera de acceder a Amazon: A través de una aplicación especial para una plataforma móvil como el iPhone. Lo bueno de esa aplicación para el iPhone es que es muy conveniente, de fácil uso, rápida (ya que no carga toda la página web, sino que solo los datos relevantes), así como optimizada para una experiencia móvil. A simple vista esto es solo ventajas para todos, y todo el mundo gana. Sin embargo, al largo plazo lo que se cocina en el horno no es lo que creemos... Hay que admitir que este tipo de aplicaciones móviles (y pronto no tan móviles, con el Google Chrome Store para Netbooks y NetTops) son muy convenientes para el usuario final, y el problema no está en la facilidad que ofrecen al usuario, sino que en como la ofrecen. Sucede que estas son aplicaciones monolíticas, creadas para ser utilizadas en un dispositivo en particular, y para servir un fin en específico, pero (y este es el gran "pero") obvian la arquitectura fundamental de hiper-enlaces de la Web. Ciertamente, algunas de estas aplicaciones ofrecen enlaces que acceden a contenido web, pero ese contenido es accedido de una de dos maneras: 1. Se muestra dentro de la misma aplicación dentro de un rectángulo que básicamente carga la página web dentro de la aplicación. Pero esto tiene el gran inconveniente que impide que el usuario agregue esta página a sus favoritos, sepa la dirección exacta de donde provino, etc. 2. Te envía a la página web de destino, pero para hacerlo te saca de la aplicación original para lanzar tu navegador web por defecto, lo que tiene como problema que (1) el usuario salió de lo que estaba haciendo y no puede regresar al menos que sea por medio del sistema operativo local (es decir, lanzando otra vez la aplicación de Amazon, que quizás no esté en el mismo lugar que el usuario la dejó), y (2) que después de llegado al destino web, el usuario no puede utilizar las facilidades del botón de "regreso" del navegador para regresar a donde estaba. Sin embargo, ese escenario que les estoy dando es tan solo el escenario básico, y es solo el primer y mas sencillo síntoma del gran problema. Después de ese pre-calentamiento, veamos ahora a donde nos dirigimos... Digamos que una empresa decida hacer una aplicación exclusivamente para un entorno móvil sin una versión web, accesible desde por ejemplo un iPhone. Esa aplicación por defecto estará ahora prácticamente "invisible" a la web, ya que no habría forma de acceder a ella por medio de un navegador web. Peor aun, para acceder a esa aplicación habría que ser propietario de un iPhone, lo que excluiría a usuarios de otras plataformas, lo que de paso abre la posibilidad de que una empresa (como Apple, Google o Microsoft) creen estándares propietarios por defecto que "enjaulen" a usuarios de manera muy similar a como Windows impidió que muchos migraran a otras plataformas debido a la dependencia de aplicaciones a ese sistema operativo. La buena noticia es que existe una tecnología que está aun en etapa de desarrollo, pero que muestra un gran potencial, llamada HTML5 que puede en gran medida resolver este problema. HMLT5 es básicamente un conjunto de estándares que prometen permitir a cualquier navegador web tener acceso a todos los servicios de bajo nivel que tradicionalmente solo estaban disponibles para aplicaciones "nativas" (es decir, para aplicaciones hechas específicamente para Windows, o para Linux, o para iPhone, o para Nokia, etc). En otras palabras, al menos en teoría, la idea es que uno pueda hacer aplicaciones web con toda la funcionalidad posible de una aplicación móvil, lo que significa que alguien como Amazon, después que HTML5 esté relativamente bien establecido, podría crear una aplicación web con HTML5 que funcione igual de bien que una aplicación hecha específicamente para el iPhone, pero (1) manteniendo su "identidad web" de hiper-enlaces, y (2) de una manera abierta que funcionaría no solo para el iPhone, sino que para cualquier otro dispositivo que tenga una navegador web con HTML5. Esa fue la buena noticia. Así que de seguro esperaban "la mala noticia". Aquí va... El problema es que este modelo de aplicaciones móviles propietarias ha sido tan exitoso, que empresas como Apple ven a esto como una manera de crear una prisión de clientes de manera idéntica a la creó Microsoft en las últimas dos décadas con su sistema operativo Windows, y crear una dependencia significa tener control del mercado, y tener control del mercado significa tener una gran fuente de ingresos, y tener una gran fuente de ingresos es el sueño de toda empresa. Apple está viviendo en estos momento "el sueño" de cualquier empresa proveedora de software, con un ecosistema que se aproxima a los 100 millones de dispositivos con el iOS (el antiguo iPhone OS), y mas de 225,000 aplicaciones (la gran mayoría que no existen en otras plataformas o en la Web). Google por su parte va en la misma dirección, con sobre las 60,000 aplicaciones para su Android OS, y (a la fecha de escribir este artículo) unos 160,000 celulares Android vendiéndose todos los días. Y no olvidemos a Microsoft, quien muy posiblemente en Octubre lance su nueva generación de dispositivos móviles con el Windows Phone 7, cuyo componente principal es... una Tienda de Aplicaciones. Tampoco dejemos atrás a HP con su compra de Palm, quien con su Web OS ya posee una tienda de aplicaciones para su linea de celulares Palm Pre/Pixi, y se rumorea que entrará también a competir contra el iPad (que es una revolución de por sí). En otras palabras, estamos entrando a un mundo minado de aplicaciones móviles nativas, en donde los usuarios cada vez navegan menos por un navegador web, y cada vez interactúan mas con aplicaciones nativas en sus celulares inteligentes. Esto, por mas que a muchos nos guste (yo utilizo mas a Facebook desde mi iPhone que desde un navegador web), es un grave peligro, pues nos expone a todos a ser acorralados y manipulados por los proveedores de las plataformas sobre las cuales funcionan estas aplicaciones nativas. Así mismo esto representa un reto para la nueva generación de desarrolladores de aplicaciones, quienes ahora tienen que decidir si diseñan sus aplicaciones para la web actual (y todas las restricciones técnicas que conlleva), o en forma nativa para algo como iPhone o Android y de paso ofrecer una mejor experiencia al usuario final. Por el momento, aparenta que las plataformas móviles son las que están ganando terreno, y por eso la importancia de que se acelere el desarrollo de HTML5 lo antes posible, pues en el momento que HTML5 madure, será posible desarrollar un gran porcentaje de aplicaciones móviles nativas de la actualidad en HTML5, proveyendo libertad a los usuarios, y flexibilidad y economía a los desarrolladores que solo tendrán que mantener una sola versión de sus aplicaciones. Noten que no estoy diciendo que espero que en un futuro cercano las aplicaciones nativas desaparezcan (aunque no me sorprendería si en un futuro no tan lejano la mayoría de ellas lo hagan), pues obviamente las plataformas propietarias se mueven a un ritmo mucho mayor que estándares por comité como lo es HTML5, sin embargo, mi esperanza es que HTML5 (o su sucesor) llegue a un nivel tal, que sea posible hacer la mayoría de aplicaciones con esa tecnología. Obviamente la gran excepción a la regla al corto plazo son video-juegos que dependen de todo el poder nativo que podamos darle para su eficiente ejecución, sin embargo, incluso estos podrán hacerse en un futuro con HTML5 gracias a tecnologías asociadas como O3D o WebGL. Un paréntesis que quiero hacer en este editorial, es mencionar un poco el tema de Adobe Flash, el cual siempre está ligado al tema de HTML5, en particular gracias a la gran cruzada de Apple de substituir Flash por HTML5, y alentar al resto de la web en hacer lo mismo. Incluso vemos como el mismo Google, aun con su amistad con Adobe es uno de los principales proponentes de HTML5, junto incluso ahora con Microsoft, Mozilla y Opera. Pero, ¿qué tiene Flash que ver con todo esto? Si leen varios de los artículos anteriores en eliax sobre el tema sabrán que hay muchas razones válidas para deshacernos de Flash (que van desde su legado técnico hasta el hecho de que similar a aplicaciones nativas, rompe con el esquema web de hiper-enlaces), sin embargo, en su corazón el tema de estas empresas querer acabar con Flash no tiene nada que ver con HTML5, y mas que en establecer ellos mismos una plataforma propietaria para aplicaciones nativas (que Flash permite ya hoy día fuera del control de ellos). Pero, ¿por qué empresas como Apple, Google y Microsoft apoyan tanto a HTML5? Pues estas empresas saben perfectamente bien de que por un lado con HTML5 le quitan cualquier ventaja que tengan sus competidores (por ejemplo, Microsoft ha tenido que dejar su enfoque en Windows y concentrarse en la Web, dado el empuje de Google con GMail y Google Docs), por el otro es una póliza de seguro (si HTML5 es el futuro, estarán ya preparados), y finalmente hacen buenas relaciones públicas. Que no nos sorprenda por ejemplo si en un futuro alguien como Apple, conforme vea una amenaza de HTML5 hacia su App Store decida no soportar todos los nuevos estándares futuros de HTML5 en Safari, sino que solo extensiones propietarias, con el hecho de retener desarrolladores a sus aplicaciones nativas. Google por su parte está apostando su dinero a los dos caballos: Con Android OS tiene una plataforma nativa, y con Chrome OS una plataforma Web, y en ambos casos sale ganando, ya que con la plataforma web garantiza una vía abierta para su plataforma publicitaria, y por via del Android OS y su compra de AdMob tiene una plataforma propietaria de publicidad móvil. En cuanto a HP/Palm están por su parte apostando a aplicaciones web, aunque en tiempos recientes decidieron crear herramientas de desarrollo nativo, en particular para video-juegos, y Microsoft por su parte apuesta todo a aplicaciones exclusivamente nativas con Windows Phone 7. En medio de todo esto sin embargo, existe un rayo de luz, y es la creación de Tiendas de Aplicaciones Web, algo que por años vengo sugiriendo en eliax, y que por fin Google ha lanzado en forma de la Tienda de Aplicaciones para Chrome OS, que no es mas que un almacén de aplicaciones Web, muchas de las cuales funcionarán perfectamente bien en entornos fuera de Chrome OS, siempre y cuando se apeguen a estándares básicos de HTML5. Pero alguien quizás desee preguntarme, ¿cuál de los dos entornos ganará? Y la respuesta que puedo dar es que creo que tendremos a ambos entornos con nosotros por mucho tiempo mas, y lo único que sucederá es que veremos como la balanza de influencia cambia de un lado a otro, en particular como HTML5 logrará poco a poco captar (e incluso, migrar) aplicaciones del entorno propietario y móvil a uno abierto y Web. Mientras tanto, disfruten del viaje, estamos en uno de los momentos mas emocionantes del mundo del software en Internet... Nota didáctica a lectores no-técnicos: El Internet y la Web son dos cosas distintas. La Web es una aplicación que funciona dentro del Internet. Otras aplicaciones que funcionan dentro del Internet y en paralelo con la Web son programas de chateo (como el Messenger de HotMail o Yahoo), o clientes de correo electrónico como el Microsoft OutLook. Sin embargo, tanto programas de chat como de correo están migrando a versiones web, y hoy día la web ya casi es sinónimo de Internet, aun no sean lo mismo. autor: josé elías |
14 comentarios |
Apple / OS X , Futuro Digital , Google , Internet , Opinión / Análisis , Software , Windows / Microsoft |
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"Muchas gracias José por toda la dedicación, un gusto haberme topado con este increible blog llevado por tí un abrazo grande a la distacia desde Uruguay. Gracias!"
en camino a la singularidad...
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Excelente y comparto tu punto de vista de la necesidad de HTML 5. Me gustaría también tu opinión sobre como encaja el software libre en todo este mundo. Enhorabuena por el blog.